Esos momentos en los que la vida te da un sentón, un estatequieto, una pausa contra la pared. Esas cosas que pasan en la vida que se vuelven golpes secos en el esternón.
…y te sientes ahogar, y los días se vuelven noches y las noches se vuelve insomnios.
Cuando el ruido es tanto que aturde, cuando pareciera que el terremoto te dejó atrapado. Cuando sentiste lo más oscuro, lo más profundo, cuando por accidente te asomaste en los ojos al diablo.
Entonces, punto y aparte y respira.
Entonces, parpadea.
Y vete al mar, comprate un libro, toma café, camina con tu perro, espera sin contar los días.
Porque vendrá el verano, seguido por el otoño y el frío invierno anunciando a la primavera, y sin fecha fija, la mente se aclarará, los sentimientos se dejarán observar y desaparecerán, el aire soplará y podrás respirar sintiendo el alma y los hombros livianos.